Sunday, 22 August 2010

Lo ordinario de los días (To Return)


Se filtraba poca luz, señal de un día nublado, y sin explicación aparente, tuvo ganas de levantarse muy temprano y subir al vivero a regar las plantas. Se dio cuenta que la ciudad no había cambiado mucho, que era verano, y que el aire denso y grisáceo acentuaba la nublada mañana, como aquella hace algunos meses en la que no quiso moverse ni saber de nadie. De entre las casas y edificios, pudo, de nuevo, como solía hacerlo, observar al horizonte y distinguir el imponente estadio de fútbol, y aquella imagen la reconfortaba. Luego, fue hacia la terraza, bajó la vista, observó a la gente caminar y se percató de los primeros ruidos del tránsito. Y así, se incorporó de nuevo a lo ordinario de los días.