Y justo antes de que la luz del semáforo cambiara, que se tornara verde, que indicara que tenía que seguir, bajó la ventanilla. Permitió que le viera el rostro y quedara al parejo del suyo. Le miró el maquillaje que ya se le corría por el sudor y observó su mirada triste, que se acentuaba por las formas de la pintura que simulaban dos lágrimas, las cuales adquirían densidad en ese cuerpo y se exponían no como símbolos, sí como algo real, inmediato. Luego le dijo: "Por lo menos hubieras limpiado el cristal", y le aventó una moneda, que no sonó al caer por lo blando del hirviente asfalto. Aquel hombre agachaba su cuerpo sin dejar de ver hacia la polarizada ventanilla que ya se había cerrado y que sólo reflejaba su propio rostro, de mimo. En un instante la luz pasó de rojo a verde, el auto arrancó y siguió su camino.
Iván Islas.
March, 17th, 2008.
9 comments:
Absolutamente precioso.
Seguro que no le importa que lo porte en alguna página de mi Moleskine, Don Iván.
Abrazo.
Qué tal Ra, espero estés bien. Agradezco tus generosos comentarios. Me encatanría compartir mis trabajos y que los puedan leer más personas. Saludos y un abrazo!
Me gustó el énfasis dado en el intercambio de miradas de mimo y automovilista. Me hiciste pensar en los paralelos que hemos establecido alguna vez entre los vagabundos de la realidad y el personaje mal trazado que somos, algunas veces, nosotros mismos.
Muchos saludos querido,
Eliana.
Buenas, siento no haber venido antes.
Me gusta mucho éste Iván. Hay algo diferente, una exploración del otro que se sale de lo que normalmente he leído tuyo.
abrazo,
Agradezco los comentarios al microrelato. Qu� decir de "La simulaci�n". Bueno, en primera instancia, debo mencionar que era un tema que ten�a en el tintero desde hace ya un par de a�os. No sab�a c�mo poderlo plantear. Es, adem�s este escrito, el que hace referencia o que ocupa m�s bien mis antecedentes como acad�mico en el �rea de semi�tica. Un amigo, que por cierto no dej� comentario en el blog, al hablar de "La simulaci�n" le coloc� el ep�teto de "cruel". Y en efecto, me parece que s� se muestra cierta crueldad de parte de uno de los personajes, pero en forma de paradoja. El que va en el auto es interpelado por un individuo que comunmente ofrece un servicio a cambio de una moneda en un crucero (alguna gran urbe emergente, por supuesto); sin embargo, dicha situaci�n se presenta coomo singular, pues no se limpia el vidrio, sino "se hace que se limpia", y esto bajo el presupuesto de que lo est� haciendo un mimo. Lo anterior llevar� al lector a muchas preguntas, pues el proceder del conductor podr�a tener cierta justificaci�n. Y ese es el asunto, aqu� no hay personaje ni bueno ni malo. Son dos seres enfrentados en una urbe. Es uno mismo que se ve en el espejo del auto. Luego, siendo m�s optimistas hermen�uticamente hablando, podr�amos hablar de que este relato dar�a pie a reflexionar hacerca de nuestra naturaleza simb�lica y de lenguaje que en todo momento est� presente, y que en este caso, bajo esta situaci�n tan banal, se nos hace conciente. Creo que ya es mucho bla, bla, bla. Qu� bueno que les gust� eso me hace seguir en estos ejercicios.
Llamarlos ejercicios es una forma de evitarte la vanidad de autocalificarte escritor. Qué vergüenza que da... en mi caso hab´ria que encontrar el porqué en la humildad adquirida como valor en la educación recibida, que me ha ayudado mucho y en otro sentido me ha tarado también. ¿En tu caso? Serán ejercicios pero a mí me parecen cuentos o minificciones de un excelente escritor.
Hola Jesús. Agradezco tu comentario sincero. Quizá tengas razón en algún sentido, pero para nada es falsa modestia. Tal vez se deba a que mi formación no ha ido direccionada hacia las letras, a que mi "background" no sea "la literatura". Sólo hasta últimas fechas he tomado conciencia de eso. Por supuesto, me gustaría publicar mis trabajos y claro que me sentiría muy bien de ser considerado como escritor. Un abrazo afectuoso y muchos saludos a Nata y besos a Sofí.
Es maravillosa la forma en que expresas una situacion comun de la vida, ese talento que tienes para inspirar a darnos de algo tan peculiar ese toque artistico y convertirlo en un gran escrito, la realidad entre el afan de vernos diferentes por lo que somos, en verdad eres un gran escritor, mechas felicidades
Yo -penosamente- lo tuve que leer un par de veces, al principio me confundió quién estaba dentro del auto y quien estaba fuera, e imaginé que el hombre con maquillaje estaba adentro. Entonces lo volví a leer y entendí que no era así... que pena.
Saludos!!!
Post a Comment