A Andrés H.
"¿Y tú qué me enseñarás? ¿Qué aprenderé de ti?". Tomó mi brazo y lo puso a la par del suyo, luego lo estiró, parecían fusionados. "A nadar", contestó. Y en ese momento, lejos del agua, ahí en su habitación, tuvo que echar mano de las palabras. Dijo: "será más fácil de esta forma", y sonrió espontáneamente, como hacia dentro, como acordándose de alguien o de algo. "Me han dicho que nadar es como bailar, como una danza, pero bajo el agua. Sumergido, hay que sentir el cuerpo, tenerlo consciente. La patada en 'libre' y 'dorso' será como bailar ballet, de puntitas, y así mover las piernas, sin doblar las rodillas, patear, ir contra la presión del agua. La de 'delfín' para 'mariposa' tendrá que ser moviendo la cintura, el vientre de arriba abajo, como en un baile sensual, como cuando en el sexo. Los brazos en el estilo libre harán giros, como llevar un listón y darle vueltas de manera rítmica". Volteó la cabeza para verme a los ojos y echó a reír, "ni siquiera sé bailar, pero lo intentaré", contestó. En ese instante, mi deseo era estar en la alberca y al mismo tiempo recordaba a cada uno de los que me habían enseñado a perfeccionar mi nado a través de una metáfora.
2 comments:
Uno se sumerge al poder evocar esa pasión por una practica tan sensual como la natación. Comparto ese gusto por ese deporte aunque ahora no me encuentre practicando. Excelente.
Bella forma de relacionar la danza con la natación <3
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